Reflexiones de inicio de año 2023

Hoy es el primer día de este año 2023. Me levanto y recuerdo cómo me impactaban en mi infancia estas fechas. En una fugaz retrospectiva las imágenes, sabores, olores y sonidos se mueven por mi mente a velocidad vertiginosa.

Quisiera creer en la magia de la trillada frase de “feliz y próspero año nuevo”, pero la realidad me conduce a hacer la siguiente reflexión.

¿En que anda el mundo en estos tiempos? Creo que en las mismas inconformidades y torpezas de siempre. Presumimos de tener una cultura y un conocimiento técnico científico que nos aleja de nuestros ancestros; sin embargo, padecemos de la misma soberbia y egoísmo de siempre. Nos azotan las mismas bajas pasiones y nos seguimos macerando en la salsa del odio.

¿Por qué hago tal afirmación? Porque educamos a nuestros hijos para la supremacía y para aplastar al prójimo; es decir, para la guerra. ¿Será que nunca vamos a entender que nuestra naturaleza es la de ser seres de luz? Somos nuestros peores enemigos y no atinamos a darnos cuenta de esta realidad. Detrás del afán por la falsa igualdad se esconde el culto a la mediocridad. Cada uno de nosotros somos un ser único ¿Es tan difícil de entender, esta elocuente situación? En nuestro ADN está escrito las potencialidades para sacar el mejor provecho a nuestras posibilidades. ¡Gracias Dios!, no está a nuestro alcance reordenar la creación; como algunos quisieran. La raíz del pecado original está es querer configurar un dios a nuestra imagen y semejanza. ¡Dejemos a Dios ser Dios! y agradezcamos por ser sus criaturas amadas.

Del año que recién termina, hay varios temas interesantes para comentar. Y a eso voy.

La pandemia

Desde enero de 2020 el mundo entró en una crisis de salud que generó miedo e incertidumbre. Se generaron impactos en lo social, en lo económico y hasta fueron sacudidas las bases del orden mundial. El confinamiento ocasionó una parálisis desoladora y pánico. El teletrabajo surgió como una alternativa para mitigar el caos y hoy es una realidad probada con sus beneficios y sus deficiencias. Parece que estamos en las fases finales de la peste, a no ser que ocurra un retroceso. Desde mediados del año 2022, la vida ha ido retornado a su modo tradicional. Los aeropuertos han recobrado su tráfico, la industria, el comercio y la recreación han recuperado su nivel de actividad. Las empresas están imponiendo o reclamando para que sus trabajadores regresen al esquema presencial. Toda crisis genera cambio y esta no es la excepción. Viene una etapa de reacomodos, pero las cosas no volverán a ser iguales. La alternativa del trabajo hibrido es un hecho ensayado, ha dejado huella y ya no será estimada solo como contingencia.

Las tendencias sociales y la moda

A través de la historia se han impuestos modas que van y vienen. Estas tendencias abarcan más allá de los trapos, accesorios, costumbres y la de estos tiempos es el pluralismo y el lenguaje de inclusión. Se enredan por cierto el igualitarismo con la diversidad. Lo interesante es que algunos quieren apoyar ambas tendencias. Las modas pasan porque carecen de sustancia y profundidad. Nos seduce la superficialidad y como se solía decir antes el asunto es “estar en algo”. Nos empeñamos en cambiar lo que no debemos o lo que no está a nuestro alcance; hasta nos atrevemos a liarnos con las leyes naturales. Desperdiciamos energías, neuronas y emociones, en lo inútil y en lo imposible; parece que el miedo nos desvía de dónde debemos poner el foco. Lo lamentable es que los mediocres y los charlatanes toman el control, mientras los sabios deshojan las margaritas. Los adultos irresponsables olvidan de que fueron niños y adolescentes; y durante esa etapa necesitaron la guía, el cariño y la disciplina de sus padres. Algunos abandonan sus compromisos disfrazando su indolencia bajo el argumento de ser “amigos de sus hijos”.

La realidad no puede ser transformada ni ajustada a los gustos o a la conveniencia. No por mucho desear o sentir se puede cambiar los cromosomas que determinaron nuestra concepción. De manera que no es posible dar la vuelta al sexo biológico, a pesar de que pueda existir un conflicto con la identidad de género.  Creo que la ideología de género es una moda y por lo tanto está destinada a implosionar, por sus inconsistencias, por los conflictos internos de esos grupos asimétricos que la conforman y por ser contraria a las leyes de la naturaleza.

La guerra contra Ucrania, el avance de la ultraizquierda y el fundamentalismo Islámico

Desde la caída del muro de Berlín y en consecuencia la extinción de la guerra fría el dominio mundial ha estado controlado por los EE. UU, aunque siempre es un tema de disputa y deambulan los fantasmas de la antigua URSS. Vladimir Putin encarna las pretensiones de adueñarse de los otrora miembros de aquella federación comunista. El bloque europeo recuerda las pesadillas de la segunda guerra mundial y sufre los embates de la dependencia de la energía rusa. El pueblo de Ucrania resiste la infamia de una guerra sin piedad que amenaza su existencia y el mundo se mueve con temerosa cautela. En Ucrania se centran los esfuerzos por detener esta locura al espantoso precio de las vidas de sus ciudadanos. La soberbia, la mezquindad y la cobardía mantienen a nuestro planeta sometido a la miseria y alejado de la libertad que merecemos todos sus habitantes.

Desde Latinoamérica el Socialismo del Siglo XXI y el Foro de São Paulo, se siguen expandiendo como un cáncer bajo la mirada impávida del mundo. La miseria y la diáspora generada desde Venezuela, Cuba, Nicaragua no parecen ser suficientes para entender el terrible poder devastador de esta corriente. Solamente en Venezuela, según el ACNUR, en el año que culmina han huido 7.1 millones de personas (eso es aproximadamente un 25% de la población).  No se vislumbran razones para ser optimistas de que esto cambie en el corto plazo.

En Irán una tiranía inclemente somete a las damas a humillaciones crueles e indignas de un ser humano. Además, asesinan a quienes levantas sus voces contra esas atrocidades. Lo mismo ocurre en los territorios talibanes de Afganistán y otras naciones dominadas por el fundamentalismo islámico. Mientras los países occidentales negocian y mantienen intercambios con esos gobiernos. Como una muestra de esto podemos citar el mundial de futbol en Qatar, dónde las mujeres están relegadas a un plano deshonroso. Apesta la grosera opulencia de que con el del dinero “todo se resuelve”. 

En el entorno de nuestro país, parece que nuestra crisis pasa a una fase de resignación y de olvido. Mientras el depredador régimen parece ir rumbo a la implosión, en la oposición reina la desintegración y la avaricia por el poder. Como muestra de estas incoherencias, la Asamblea electa en el 2015 disolvió el gobierno interino haciéndole la vida más fácil al oficialismo. Pronto veremos cuáles serán las consecuencias de este disparate. El desgaste es terrible, la diáspora sigue creciendo y cada día son más las familias fragmentadas. Los más favorecidos se despiden en Maiquetía desde el colorido piso de Carlos Cruz Diez; mientras otros atraviesan la despiadada selva del Darién. Nada esperanzador se vislumbra en el horizonte. Ojalá ocurra alguna sorpresa o que las reservas morales del país tomen el timón de esta nave sin rumbo.

¿Qué nos depara el 2023? La respuesta a esa pregunta debe ser una tarea y no un deseo. Nos corresponde ser fuertes, resilientes, creativos, diligentes y valientes para construir el porvenir.

Cosme Rojas
01 de enero de 2023
@cosmerojas3

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