¿Es natural el miedo a morir? ¿Quién no se ha planteado esta pregunta, en alguna ocasión?
Claro que es natural y es humano. El amor y el miedo son las emociones más importantes y determinantes en la vida.
El amor es el motor que nos impulsa hacia lo noble y el miedo nos paraliza. Esa balanza nos acompaña mientras transcurren nuestros días. El miedo a morir es lo más básico y lo mejor que se puede hacer es confrontarlo y aceptarlo, porque es inexorable. Nos aferramos a la vida, porque tenemos consciencia de la existencia y de su valor. Nos aterra la nada porque hemos experimentado las sensaciones.
Amar es vivir, todo lo demás es complementario; por amor y para amar fuimos concebidos. Para quienes creemos en Dios, hay una esperanza después de la muerte y es lo que le da sentido al recorrido terrenal. A mí me da más miedo desperdiciar el regalo de la vida que la muerte misma. A cada persona le corresponde cumplir su propósito; el reto está en descubrirlo y explotarlo.
“Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?». Pues el pecado es el aguijón que termina en muerte, y la ley le da al pecado su poder. ¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Corintios 15 55-57
Cosme G. Rojas Díaz
27 de octubre de 2022
@cosmerojas3
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