No pienso como nadie: nadie piensa como yo. No experimento las emociones como nadie, ni nadie las percibe como yo. En consecuencia; no me siento como nadie, ni nadie puede sentirse como yo.
Tenemos tanto en común y sin embargo somos diferentes. Poseemos el mismo diseño y aun así nuestras capacidades y comportamientos resultan tan variopintos. ¡Qué alivio!
Mis pensamientos, mis emociones y mis sentimientos me dan autenticidad e independencia, aunque en ocasiones eso significa que me sienta solo. Solo en mi mundo, a veces, incapaz de expresar con precisión lo que por mi mente y por mi espíritu deambula.
De manera que, escribo desde mi trinchera; y mucho de lo que pienso, percibo o siento se queda en el tintero de mi corazón o atrapados en los enredos de mi imaginación. Usted tiene su propio recipiente donde amalgamar su ser. Me resulta interesante darme cuenta de que mis vivencias pueden despertar o conectar con las particularidades de mis semejantes. De eso se trata la comunicación, la cual que nos hace sociales y humanos.
¿Qué sería de nosotros sin pensamientos, sin la capacidad de dar respuestas a los factores que nos rodean o sin esa elaborada y subjetiva forma de escalar las emociones a sentimientos? Sin esas capacidades sencillamente no existiríamos.
20/02/2022
Cosme G. Rojas Díaz
@cosmerojas3
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