
En cada desafío arranco por dibujar el origen y tengo en mente a donde quiero llegar. Es decir, inicio cada tarea con el fin en mente.
Los protagonistas han de tener un sustento y por eso me esmero es construir sus relatos desde sus raíces. En gran medida somos portadores de nuestra historia y de las circunstancias que nos rodean. De manera simultánea me esfuerzo en describir y descubrir el entorno geográfico, familiar y social. Muestro las fases de la vida del personaje, desde su nacimiento, hitos y anécdotas de su niñez, aprovecho la oportunidad de exponer los dramas trágicos y cómicos y la forma como estos lo afrontan. Resulta fundamental la descripción física, conductual y psicológica, a través de los elementos que lo mueven, apasionan, irritan, o ante los cuales se comporta indiferente. Apelo a los diálogos, para que el lector identifique al personaje, con sus habilidades y limitaciones de comunicación.
Todo esto resulta medular, porque las historias y los dramas sociales se centran en las personas y en las consecuencias de sus interacciones.
Sin más me refiero a la creación de uno de los personajes de esta obra.
Acerca de Pedro Blanco
En el libro Viajando a través de la vida hay un personaje, que aunque no es el protagonista es una referencia en la obra.
Se trata de Pedro Blanco, una persona agradable, agradecida, de gran corazón, de inmenso amor por la vida y dotado de un fino e inteligente sentido del humor.
Nacido en Barlovento Estado Miranda Venezuela. Él es un moreno oscuro como muchos venezolanos, de esa zona. Bonachón, humilde, deportista, sensato y alegre; como el paisaje que lo rodea. Provisto con la información genética para desarrollar sus características físicas y las tendencias que rigen su conducta. Barlovento es una tierra de gran diversidad territorial; tiene montañas de densa vegetación, sinuosas costas, lagunas, canales y además es de las tierras más fértiles de Venezuela. La rica geografía, el coloreado y cálido trópico, la actividad pesquera, agrícola y turística se convierten en el mundo de Pedro. El resplandeciente azul del mar Caribe, el radiante sol, la cálida arena, el bravío trajinar de las olas sobre las costas conforman un verdadero paraíso tropical. Múltiples sensaciones convergen, en quien habite o visite este oasis; facultado para extasiar al más desanimado ser vivo.
Pedro afronta la vida con una actitud de auténtica humildad, él trata con respeto y cariño a la gente sin medir su condición, ni está pendiente de que recibirá a cambio. Disfruta de cada conversación, escuchando y opinando cuando es consultado. Dice las cosas con la sencillez y precisión de un sabio curtido, las palabras le fluyen acompasadas de contagioso entusiasmo y de locuaz empatía. Desde muy joven fue un talentoso deportista, tanto por sus habilidades físicas, como por el frenesí con que afronta cada situación. Brilla más por su disposición jovial y conciliadora que por su intelecto. Es el tipo de persona que todos quieren tener entre sus allegados y se le nota que nunca se esfuerza por agradar a nadie. Huye de la gente malsana y chismosa con ingeniosa y jocosa habilidad. Como él mismo lo confiesa es un zorro viejo y lo fue desde niño.
Los protagonistas, de esta obra, ven en Pedro una inspiración de vida, a ti como lector te puede ocurrir lo mismo.
Quieres enterarte más sobre esta historia, de sus protagonistas y demás personajes. Te invito a leer:
Viajando a Través de la Vida, dando clic en este enlace puedes adquirir el libro en formato físico o digital (Kindle). Quienes adquieren el formato físico tienen derecho al digital sin costo adicional.
Cosme G. Rojas D.
12 de febrero de 2018
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